23.1.12

Una vez escribí sobre que estaría bueno encontrar en un mundo onírico, ese lugar perfecto donde uno se olvidara de todos los problemas.

Yo haría a ese mundo mi realidad permanente, un lugar sin distancia y sin tiempo, sobre todo sin tiempo.
Mejor me voy a dormir.
A lo mejor ahí te encuentro.
Un rato.
S í .

21.1.12

El tiempo es como una máquina destiladora.
Cuando se pasa algo por ella, queda, después de un largo (patientia medianta) proceso, la esencia real de los recuerdos, aquello que es necesario recordar, dejando atrás los condimentos innecesarios, todo lo que hace mal y lo que hace tan bien, que lastima.
Confío en el tiempo, por esta vez.