29.11.10

Instrucciones

¿Es ud. una persona que no puede amar?
¿Se siente ud. rodeado de su familia y los mira con asco?
¿Siente que vive ud. en disconformidad con las personas a su al rededor?
¿Está ud. deprimido constantemente?
¿No quiere ud. a nadie?

Señor/a del séptimo piso del edificio de departamentos en los que ha habitado en los últimos diez años:
No lo intente. Si es ud. infeliz, no compre el té chino del doctor Ching, ni los apliques para pies Taquido Foot Pads. Si ud. siente que no ama a su pareja, no intente quererla con un mejor masajeador de pies o un nuevo lavavajillas [que le resuelve la vida a ud. que tan cansada está de tener las manos destruídas de tanto lavar los platos, señora] o un mejor ténder para la ropa. Si es ud. infeliz, señor/a, no vale la pena que pague una terrible suma de dinero a un psicoanalista que le declare que padece de Quejitis Crónica. Tampoco lo vale que compre los medicamentos que le indique su psiquiatra. 
Si es ud. infeliz, señor/a, y se deprime ud. al darse cuenta de que ni la originalidad, ni la felicidad, ni una vida se venden en el centro comercial más cercano, intente ud. ser un poco amable con la persona con la que convive.
Experimentará un placer egoísta por sentirse mejor persona. Eventualmente desaparece. Vuelva a intentarlo. Quizás empiece a reflexionar sobre las necesidades de la persona con la que ud. convive y efectivamente será una mejor persona. Aquél es el estado ideal, y si se alcanza, el alivio de la infelicidad será prolongado.
No se deje engañar por vendedores baratos ni comerciantes escondidos. La vida que ud. es capaz de construirse es la mejor o la peor. Elija la mejor, elija ser buena persona.
Posibles efectos secundarios: leve tendencia a volverse honesto. En tal caso, suspender aplicación de método inmediatamente a menos que quiera volverse un inadaptado social.

*[No aplicable en pacientes con calvicie que deseen recuperar su joven cabellera. 
A ud. también señor: si Einstein no pudo dominar la naturaleza ud evidentemente tampoco, 
y no vale la pena que siga frotandose la calva superficie de su cráneo con un shampoo especial. Resígnese.] 

La matemática puede arruinarte la vida. Sobre todo si sos de esas personas para las que 1000+1000= 2000, pero Seno (
α + β) = NO IMPORTA SI NO TENGO CLARO QUIÉN SOY YO EN EL MUNDO. 
Maldita realidad que se nos ríe en la cara. Nos exige que sepamos el logaritmo de tres mil quinientos y no podemos saber a dónde vamos cuando morimos. 
Maldita sociedad muy lógica y poco pensante.
Al final del día, no estaba loca yo, todo se reducía a apostar a algo imposible creyendo que no iba a ocurrir jamás. Como en una especie de juego de Alicia en el País de las Maravillas, pero en una paradoja insoportable, yo tenía muy claro de adónde quería ir, pero no quería que nadie me dijera qué camino seguir. Porque en realidad llegar a destino me daba demasiado miedo. O no, ¿por qué uno puede no querer alcanzar lo que quiere? 



[De todas maneras, sigo sin creerme capaz de alcanzarlo. No tengo éxito en mi misma. Qué poco dominio, Luz Boreal.]
Juego lo mejor que puedo,
lo que no quiere decir que alcance.
Por favor, un poco de indulgencia no lastima a nadie.
Y sería un enorme respiro.


T E  A M O  T E  O D I O
D A M E  M A S



17.11.10

Vamos a jugar un juego. 
Juguemos a que somos poderosos. Juguemos a que podemos cambiar las cosas.
Juguemos a ver qué haríamos para hacer que todo sea mejor. Juguemos a sentirnos bien, en seguridad, juguemos a pretender que nuestra opinión hace la diferencia. Juguemos a creer que podemos hacer un mundo menos peor.
Les propongo que lo juguemos por el resto de nuestras vidas. Juguemos a que, por una vez, todo lo bueno que hagamos no está perdido en la sociedad putrefacta en la que vivimos. Juguemos a que si nosotros actuamos, el mundo nos va a imitar. Juguemos por una vida al Simón Dice.
¿Simón Dice qué?
¿Qué querés hacer con tu vida? 
¿No querés jugar a ser feliz?




Quizás, en el jugar, lo termines siendo. ¿Qué tenés para peder?

14.11.10

The house of FUN;

La traje de la mano a mi lugar favorito en el mundo, cuando rara vez dejo entrar a alguien.
La miré con ojos risueños, me saqué el abrigo, lo dejé en la nebulosa de mis pensamientos con un sentimiento de hogar. Olí jazmines y escuché que susurraba un acordeón de fondo. Sonreí.
Allí todo era risa y abrazo.

Intentar                      aunque
ver                              sólo
el                                puedas
todo                            ver 




            las
            partes